Kilims
Las alfombras Kilims destacan por las formas geométricas y coloridas que las caracterizan. Este tipo de alfombras son idóneas para aportar color a cualquier estancia de la casa que encontremos algo apagada o sin vida. Casi siempre están fabricadas en tonos muy vivos e intensos como rojos, verdes, azules o naranjas.
Subcategorías
ALEGRÍA ARTESANAL
Cada kilim es una pieza única
Las alfombras Kilims destacan por las formas geométricas y coloridas que las caracterizan. Este tipo de alfombras son idóneas para aportar color a cualquier estancia de la casa que encontremos algo apagada o sin vida. Casi siempre están fabricadas en tonos muy vivos e intensos como rojos, verdes, azules o naranjas. Son ideales si se sigue un tipo de decoración minimalista, dado que aportan ese toque de color y de vida que a veces nos pide a gritos la sencillez. De ahí a que estén especialmente en auge en estos últimos años.
PIEZAS ÚNICAS E IRREPETIBLES
Hechos con el Alma
Las alfombras Kilims destacan por las formas geométricas y coloridas que las caracterizan. Este tipo de alfombras son idóneas para aportar color a cualquier estancia de la casa que encontremos algo apagada o sin vida. Casi siempre están fabricadas en tonos muy vivos e intensos como rojos, verdes, azules o naranjas.
Los kilims, al ser tan llamativos y coloridos, se combinan muy a menudo con las alfombras de fibra natural. Así, conseguimos aportar color a la sobriedad y sencillez de una alfombra de yute y, por otro lado, llenamos de vida e intensidad a la clásica alfombra natural. Hoy se utiliza mucho esta combinación de alfombras para decorar cientos de salones y dormitorios.
Las alfombras kilims son, además, perfectas para delimitar visualmente distintas zonas de la casa. Puedes, por ejemplo, crear dos zonas diferenciadas en el salón que estén separadas por un kilim.
Tienen un alto poder decorativo, estético y ornamental. Tanto en así, que en ocasiones se utilizan las alfombras kilims como cuadros o tapices colgados en la pared, dando un toque ético y bohemio al salón o dormitorio donde se encuentre.
Dentro de la variedad kilim de Alfombras Hamid encontrarás desde los más tradicionales a los más modernos, pasando por Dhurries y Kilim de exterior. Aunque todos nuestros kilims y alfombras incluyen un certificado de origen, hay varios trucos para diferenciarlos: El Kilim Afgano o Kilim Herat se teje con lana pura de cabra y oveja, que dibuja cenefas geométricas y suelen ser más gruesos y grandes, por lo que son muy resistentes. Mientras que los Kilims Persas, más delicados, tienden a emplear el blanco para generar contraste con los demás colores. Los Kilims Turcos, de lana y algodón, llaman la atención por sus vivos colores y sus diseños geométricos, en los que suele aparecer el tradicional elibelinde, un símbolo de fertilidad. Los kilims destacan también por su calidad. Se fabrican a mano, con tejidos naturales 100% como como seda, lana o algodón utilizando técnicas de anudado que hacen que las fibras sean todavía más resistentes, por lo que son ideales para colocar en suelos de mucho paso, como colcha o incluso para forrar muebles. Es una de las grandes ventajas de elegirlos; siempre quedan favorecedores y apenas requieren de mantenimiento al no soltar el pelo. Además, ¿sabías que hay variedades reversibles? Si por algún motivo se te ensucia y no tienes un momento para limpiarlo, puedes darle la vuelta mientras y seguirlo disfrutando. Ten en cuenta que es una ventaja importante respecto a otros tipos de alfombra.