Por qué deberías usar la aspiradora para limpiar tu alfombra

Para muchas personas los conceptos alfombra y aspiradora son polos opuestos que no deben tocarse. Existen muchas leyendas, bulos y relatos a medio documentar sobre por qué no se debe usar. Pero la aspiradora es una herramienta que puede alargar la vida de nuestra alfombra manteniéndola limpia en el proceso, si la usamos bien.

Surgen, claro, las preguntas de cada cuánto hay que aspirar una alfombra y cómo debe hacerse para evitar dañar sus tejidos. Si quieres conservar tu alfombra durante muchos años, estás en el lugar indicado. Te contamos cuándo y cómo pasar la aspiradora para dejarla como el primer día durante más tiempo.

¿Cada cuánto he de aspirar la alfombra?

La frecuencia con la que se limpia una alfombra varía en función del tipo tejido y la ocupación de la vivienda. Aunque se suele recomendar limpiar una alfombra cada dos semanas, será recomendable hacerlo antes si en la casa viven niños pequeños que jueguen sobre ella o si tenemos alguna mascota.

También habrá que aumentar la frecuencia si tenemos una alfombra bajo la mesa en la que comemos, si esta se encuentra en algún lugar húmedo, o si está tejida con fibras naturales. Factores todos ellos que ayudan en cierta medida a que se fije la suciedad.

Dado que se suele hacer una limpieza general a lo largo del fin de semana, podemos incluir la tarea de un par de minutos que nos llevará pasar la aspiradora sobre la alfombra teniendo en cuenta un par de consejos para no dañarla.

¿Por qué usar la aspiradora frente a sacudir?

La aspiradora no es un método infalible de limpieza, sino un tratamiento preventivo para evitar que el polvo, las partículas en suspensión y los restos orgánicos se cuelen entre los tejidos, se fijen a ellos, y provoquen daños o mal olor (como el que genera el moho o los hongos al crecer).

Pasando la aspiradora estamos retirando las primeras capas de suciedad sobre la alfombra, pero no aquellas que ya están en su interior, y que requieren sacudirla o pasar por algún servicio de limpieza especializado.

Por tanto, cuanto menos se aspire una alfombra, más veces habrá que sacudirla para arrancar la suciedad incrustada en su interior, con el deterioro que supone. Además, más viajes habrá que hacer al tinte para su limpieza, sumando un coste que podríamos habernos ahorrado fácilmente.

¿Cómo usar la aspiradora sin dañar la alfombra?

Sin embargo, la aspiradora no está exenta de peligro para las fibras de nuestra alfombra, y habrá que pasarla con cuidado si no queremos dañarla. Te damos algunos consejos para usarla:

Deja la alfombra para el final de la limpieza

Para empezar, no debemos pasar la aspiradora antes de limpiar el polvo sobre los muebles. Aunque parece que no guarda relación, al limpiar los muebles estamos dispersando una fina capa de suciedad por el suelo (y por tanto por la alfombra) que luego tendríamos que volver a retirar si no queremos dejarla sucia hasta que volvamos a pasar la aspiradora la próxima vez.

Del mismo modo, se recomienda aspirar la casa antes de pasar sobre la alfombra, dejándola para el final. Especialmente si la aspiradora no es de agua, el filtro suele actuar como impulsor de aire caliente y sucio, algo por lo que las aspiradoras de filtros normales han sido criticadas.

Elige una aspiradora con baja succión

Como hemos dicho, la idea tras pasar la aspiradora no es extraer toda la suciedad interior, sino eliminar las primeras capas (las más recientes). Si usamos toda la potencia de la máquina podríamos dañar los tejidos, por lo que lo ideal sería adquirir una aspiradora con regulador de potencia, reduciéndola al pasar especialmente para alfombras poco rígidas que puedan deshilacharse.

Como este tipo de aspiradoras son bastante costosas, la alternativa es adquirir un cabezal independiente buscando que cumpla dos puntos que ayudan a suavizar la fuerza del aire sobre el tejido:

1. Que la boca de la aspiradora tenga mucha superficie.
2. Que esta sea regulable en altura, pudiendo alejarla de la alfombra.

De ese modo evitaremos succionar con mucha fuerza.

La técnica es importante al pasar la aspiradora

De igual modo que el cuándo y con qué pasar la aspiradora, hay que prestar atención al cómo. Lo ideal es no pasar dos veces seguidas y en la misma dirección por el mismo punto, para no forzar a los tejidos ni doblarlos o estirarlos en demasía.

Aspirar formando uves, en diagonal, o cambiando la dirección de pasada ayuda a las fibras a soportar las tensiones y limpiará la alfombra sin reducir su vida útil.

Es importante aspirar con la alfombra en horizontal sobre el suelo, y no con esta colgada (por ejemplo de un tendedero). Así evitaremos forzar los tejidos más de lo necesario, además de conseguir extraer la mayor suciedad posible, ya que en vertical o diagonal la suciedad se moverá dentro del tejido, en ocasiones para quedarse atrapada.

Además de todos los puntos anteriores, se recomienda siempre aspirar en seco si no queremos que los tejidos queden apelmazados o que incluso atrapen el polvo.

Y, por supuesto, si no tenemos tiempo o ganas siempre nos quedará acudir al tinte…

Nota: Alfombras Hamid no se responsabiliza de los defectos que puedan causar la aplicación de estos consejos de limpieza y cuidados, ya que los productos y herramientas nombradas son aconsejables, pero dependiendo del modo en el que se apliquen podrían deteriorar las alfombras. Esto es porque los materiales de cada alfombra son únicos y sus tintes y composición reaccionarán de distintas maneras. Siempre recomendamos la restauración y limpieza de alfombras hechas por profesionales.

Imágenes | Aqua Mechanical, skeeze, Steve Bussinne, IMS68