¿Has oído hablar del dormitorio Montessori? Si tienes curiosidad por saber en qué consiste este tipo de habitación infantil que promueve el famoso método educativo, estás en el sitio adecuado. Te vamos a descubrir todas las claves del dormitorio Montessori, qué elementos no pueden faltar en él y cómo puedes crearlo de la forma más económica posible.
El método Montessori es, como bien sabes, uno de los más conocidos y eficaces para el correcto desarrollo de los niños. Un dormitorio pensado para estimular su aprendizaje y ayudarles a ser autónomos desde pequeños es clave en este proceso. Camas a ras de suelo, juguetes y libros accesibles y espacios diáfanos cubiertos por alfombras infantiles como esta, entre otros aspectos, son claves para lograr los propósitos del método Montessori.
5 aspectos clave del dormitorio Montessori
La habitación Montessori cumple los habituales requisitos de los cuartos de los niños (espacio para el sueño, espacio para el juego y espacio para el aprendizaje), pero es la forma en que se proyectan todos estos aspectos la que marca la diferencia.
1. Cama a ras de suelo
La cama del niño debe ser un lugar en el que duerma seguro. Por eso deber ser una cama situada a ras de suelo (puede ser un colchón pequeño junto a la pared), y no contar con ningún tipo de barreras o barrotes que impidan el libre movimiento. Además, la ropa de cama debe de ser simple, evitando un exceso de elementos: una sábana bajera y un edredón infantil sin ninguna sábana intermedia será suficiente. De este modo, el niño podrá aprender a una edad temprana a hacer su propia cama.
2. Espacios diáfanos y colores neutros
Los colores neutros y naturales son básicos a la hora de decidir cómo pintar y decorar un dormitorio Montessori. Así, no estimulan en exceso al niño, y le permiten centrarse en el juego y el aprendizaje, facilitando además el sueño. En lo posible, la habitación debe tener el mínimo de muebles, primando un ambiente diáfano en el que el niño pueda moverse libremente. Una buena idea es poner en el suelo alfombras infantiles grandes para que pueda andar descalzo y sentarse a jugar o tumbarse sobre una superficie mullida y cálida siempre que lo desee.
3. Todo accesible para fomentar la independencia
Desde la ropa a los juguetes o los libros, en el dormitorio Montessori todo debe estar accesible para el niño. Así, la ropa deberá estar en un vestidor a su altura (ideales los sencillos a base de listones de madera, que puedes hacer tú mismo) para que el niño aprenda a elegir las prendas y ordenarlas él solo. También para las prendas de vestir puedes poner un perchero con colgadores en la pared, situado a su altura, y un cesto para la ropa sucia.
Del mismo modo, los juguetes deben estar a su alcance, ordenados en cajas o estantes a su altura. Para los libros, puedes crear un rincón de lectura con una de estas alfombras infantiles redondas y facilitar el acceso a ellos con una estantería o librería infantil sobre el suelo, en la que los libros nunca se ponen de canto, sino frontalmente, para que el peque pueda ver las tapas.
4. Un espejo a su altura
A partir de una edad muy temprana a los peques les encanta mirarse al espejo. Lo ideal es poner un espejo en la pared a su altura. Puedes montar un espejo de plástico para evitar que el niño se dañe si llega a romperse, o bien un vinilo adhesivo de espejo pegado a la pared.
5. Ideas creativas para las paredes
Puedes aprovechar las paredes de la habitación para crear una decoración creativa y minimalista a partir de los propios dibujos de tu hijo. Una buena idea es instalar un tablero magnético con imanes del tamaño adecuado, que le permitan colgar sus creaciones. También es buena idea colgar en la pared una pizarra en la que pueda pintar.
Así podemos ayudarte a crear un dormitorio Montessori como expertos en decoración
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