Todos hemos tenido algún entrañable juguete, mueble o elemento que nos ha acompañado durante nuestra infancia. Durante el crecimiento de los niños, las cosas en ocasiones cobran vida y se convierten en compañeros de nuestro largo viaje o lugares que nos hacen sentir protegidos y arropados.
Las alfombras pueden ser un elemento decorativo que pasa desapercibido, o puede convertirse en el lugar donde la imaginación y los sueños de los más pequeños toman forma. ¿Qué puede hacer que una alfombra sea ese elemento especial y mágico? Vamos a hablar de ello.
Escoger la alfombra que va con la personalidad del niño y su habitación
Ni todas las personas somos iguales ni nuestro sexo define nuestros gustos, al igual que ni a todos los niños les gustan los coches ni a todas las niñas las muñecas. Culturalmente la decoración en rosa ha sido un color más usado para las niñas y el azul para los niños pero cada vez se va teniendo menos en cuenta esto, siendo más relevantes el gusto por la forma y el dibujo.
Teniendo en cuenta que va a formar parte de su mundo, una de las cosas a tener en cuenta cuando elegimos una alfombra para los pequeños es si va a ser para una habitación individual o compartida o si es para el cuarto de juegos. Probablemente en el cuarto de juegos tendrá un uso o desgaste mayor en cuyo caso tenemos que tener en cuenta que el material sea más resistente.
¿Qué material elegir para una alfombra infantil?
Hay materiales muy suaves como el algodón que pueden ser lavados en lavadora pero también son menos resistentes. Por otro lado, la lana es un material más resistente y se puede limpiar con aspiradora rápidamente. Una de las ventajas de esta alfombra es que actúa como aislante, es decir que en verano no se calienta y sin embargo en invierno nos sirve para abrigar el suelo. También hay alfombras sintéticas que siendo más baratas por estar hechas con materiales derivados del petróleo no serían opción ideal.
Qué tener en cuenta para elegir la medida idónea
Como comentábamos más arriba, la alfombra puede ser el lugar sobre el que desarrollar la imaginación y sentirse tranquilo mientras juega o descansa. Por esto lo primero a tener en cuenta es que una alfombra demasiado pequeña no va a convertirse en un lugar de confort para el niño puesto que si se sienta o se tumba dentro de su alfombra pero los juguetes no caben en el mismo espacio no concebirá este como “su espacio”. Una buena manera de comprobarlo es que cuando esté tumbado sobren unos centímetros a su alrededor.
Elementos a tener en cuenta
Dado que los niños y sobre todo los bebés pueden ser muy sensibles a ciertos materiales, es necesario consultar si la alfombra tiene materiales como látex, pegamentos o tintes que puedan afectar a las alergias.
Nuestras alfombras infantiles están hechas en lana 100% con la técnica handtufted y creadas a mano con la técnica loop pile o bucle para evitar la pérdida de pelusa.
Una de las características de estas alfombras es que están hechas en tres dimensiones para crear varios niveles, lo que se puede comprobar al tacto.
La alfombra puede ser un elemento que haga que los pequeños de la casa se sientan a gusto y felices en su entorno y que este sea un lugar más cálido y agradable para estar y no necesite buscar otro rincón de la casa.
Encontrar una alfombra que vaya con la personalidad de cada niño es posible. Os invitamos a visitar nuestra sección de alfombras infantiles y sentaros junto a vuestro pequeño a escoger la que más os guste.
1 comentario en «La alfombra infantil: el espacio donde recrea su universo»