Queremos que el hogar sea un lugar cómodo, cálido y confortable, y por eso decoramos nuestra vivienda con alfombras. Pero no deseamos renunciar al estilo ni a la imagen para conseguirlo, por lo que exigimos que sean alfombras que encajen en la decoración ya existente.
Puede parecer extraño, pero elegir una alfombra puede ser de las decisiones más difíciles en materia de decoración. ¿Quiero una alfombra circular o me voy a un clásico modelo rectangular? ¿Alfombra clara u oscura? ¿La quiero lisa o con dibujos y estampados? Te damos algunas pistas de decoración.
Las alfombras lisas en la decoración de nuestro hogar
Las alfombras lisas suelen ser más fáciles de combinar con el resto de la habitación. Basta con elegir un tamaño que encaje y localizar un tono similar al del mobiliario, las paredes, el edredón o algún otro objeto de gran tamaño.
Estas alfombras ayudan a mantener una sensación de continuidad y de espacios amplios cuando utilizamos tonos claros, por lo que resultan perfectas para pequeñas estancias como habitaciones. Por contra, si lo que tenemos es un espacio grande del que queremos resaltar un pequeño área, las alfombras lisas de tonos oscuros nos ayudarán a focalizar la atención en ese espacio.
Si, por ejemplo, tenemos una estancia muy cargada de detalles, con muchos elementos y colores, una alfombra lisa puede ser el estabilizador perfecto. A menos que nos guste la densidad, claro, en cuyo caso la opción perfecta será una alfombra con estampados. Sobre gustos…
El color tiene mucho que decir sobre cómo de sufrida es un alfombra con respecto a la suciedad, así como cuántas veces por semana habrá que aspirarla o veces por trimestre darle un buen lavado.
Por ejemplo, los blancos lisos probablemente nos traigan de cabeza si tenemos niños o mascotas en la casa. Para este tipo de viviendas será más apropiados colores claros pero más tupidos, como el yute de la imagen de arriba.
Alfombras estampadas o con dibujos y sus propiedades
No todo son ventajas a favor de las alfombras lisas, porque las alfombras estampadas también saben dar mucho juego. Por ejemplo, sacar partido de las líneas sobre el tejido es un arte, acompañando las líneas que forman paredes y muebles o, como la Kilim Durrie, haciendo precisamente lo contrario y rompiendo las paralelas de la estancia con sus ángulos a 45º.
Esto puede ayudar también a transformar el espacio alrededor de la alfombra. Motivos circulares fomentarán la reunión a su alrededor y darán la sensación de pertenencia, por ejemplo.
Una alfombra con líneas paralelas orientadas en la dirección del pasillo nos invitará a seguir andando, mientras que esas mismas líneas, colocadas en perpendicular al pasillo, se convierten en una llamada a detenernos. Quizá para mirar un cuadro colocado en una pared.
Si nos vamos a una alfombra cuyos dibujos simulen rayos que surgen de un centro, la estancia parecerá más amplia, y el espacio interior de la sala pedirá permiso para permanecer poco cargado y abierto.
Claro, que no todo son líneas rectas y motivos geométricos. Ya comentamos la vida que dan las alfombras infantiles en la imaginación no solo de los más pequeños de la casa, sino también en los adultos que pasean sobre ellas.
Sin embargo, en las alfombras con dibujos es más complejo asesorar debido a las infinitas opciones posibles, muchas de las cuales combinan geometría, triángulos y elementos básicos de diseño junto a otros más artísticos.
Por supuesto, las alfombras más complejas en cuanto a color camuflan mejor las manchas, las marcas de los muebles o cualquier imperfección que pueda surgir con el paso del tiempo.
Un mix entre tonos lisos y estampados naturales
Hay un equilibrio maravilloso entre las alfombras lisas y aquellas que tienen dibujos y grabados. Son las alfombras naturales tejidas de manera artesanal, que crean un efecto de unidad en el color pero variación del mismo. Este efecto puede apreciarse muy bien en las Alhambras naturales, tanto redondas como rectangulares:
Pueden verse ligeras variaciones de color a lo largo del tejido, y el resultado final es una pieza original de un mismo color base pero varios tonos dentro del mismo. Son una perfecta mezcla entre el liso y el estampado, ya que aportan la frescura del último y la personalidad del primero.
Pero, por encima de la calidez, el tono, el color, el material, la forma o el estilo, entre otros, lo importante es que nuestra alfombra nos guste. Decíamos al principio del artículo que buscar una alfombra es difícil, pero cuando vemos a la adecuada nos enamoraremos de ella, y dejaremos de buscar.
Imagen | Bereber
