Cuando hablamos de decoración de verano, pensamos en un ambiente que transmita frescor y nos permita combatir las temperaturas tórridas que trae el estío a muchos puntos de nuestra geografía. Aún nos queda verano por delante y, ahora que el recibo de la luz está carísimo y no es plan de poner tanto el aire acondicionado (por ahorro y por ser más ecológicos), puedes conseguir esta decoración fresca y ligera con una serie de recursos sencillos que te ayudarán a crear la atmósfera que deseas en tu casa. Vamos a verlo…
Cómo se combate el calor en verano en nuestras latitudes
Nada como echar mano de la sabiduría tradicional para combatir el calor en los meses de verano. En los países mediterráneos, las casas se han mantenido frescas desde siempre, a la manera tradicional, con estos sencillos consejos:
- Abrir las ventanas y ventilar, creando corrientes, en las primeras horas de la mañana. El resto del día, las ventanas se cierran a cal y canto, hasta la noche, en que se puede volver a refrescar.
- Bajar las persianas y desplegar los toldos, en caso de haberlos, en las horas centrales del día cuando el sol aprieta, dejando las habitaciones en penumbra.
- Refrescar patios y jardín con una manguera al caer la tarde para “sentarse a la fresca”, la costumbre que aún se mantiene en muchos pueblos de nuestro entorno… En el interior, fregar los suelos puede ser la alternativa al “manguerazo”.
Hay que tener en cuenta, además, que en los sitios donde el sol aprieta en verano, ya las propias construcciones están adaptadas a las temperaturas extremas con suelos de barro o mármol, ventanas no demasiado grandes, portales de acceso a las casas para crear un “parapeto climático”, patios interiores a menudo revestidos de cerámica (azulejo), emparrados o cubiertas vegetales en algún punto al aire libre para protegerse de los rayos del sol…
5 consejos profesionales para la decoración de verano
Además, puedes echar mano de estos 5 consejos que los profesionales de la decoración ponen en práctica en las casas de los entornos más calurosos. Con ellos, contribuirás a transmitir frescura al ambiente, y también a bajar algún grado la temperatura del interior.
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Retira las cortinas y deja solo etéreos visillos
Las pesadas cortinas de tejidos gruesos como el terciopelo o los brocados no tienen ningún papel en nuestras casas en los meses de verano y, sin embargo, provocan una sensación de pesadez y ahogo. Nada mejor que retirarlas y cambiarlas por visillos ligeros, que tamicen la luz y den una impresión de frescura y ligereza
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Extiende alfombras de yute
Si bien es cierto que las alfombras de seda son para todas las estaciones y las de lana actúan como reguladoras de la temperatura, lo cierto es que apetece retirar todos los tejidos pesados hasta que pasen los meses de más calor. Así, las alfombras gruesas pueden dar paso a las alfombras de verano, como las alfombras de yute. Las alfombras fabricadas 100% con fibras naturales, cuentan con muchas ventajas de cara a la estación más calurosa del año: no acumulan calor y ayudan a regular la humedad.
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Utiliza tejidos más ligeros: algodón, lino…
Las telas ligeras de algodón y lino son capaces de crear entornos más frescos allí donde se colocan. Sustituye los plaids o mantitas de los brazos del sofá por toallas ligeras de lino o alguno de tus antiguos pareos. Retira las fundas de terciopelo, chenilla o pelo de los cojines, y cámbialas por fundas de loneta o lino. Te sorprenderá la ligereza que son capaces de aportar estos tejidos a cada ambiente.
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Combate los rayos del sol con protecciones externas más frescas
Los toldos no siempre proyectan sombra en la zona correcta. Afortunadamente, puedes sustituirlos o reforzar su acción con otro tipo de protecciones como cortinas de algodón grueso o loneta en la terraza o el balcón, persianas a base de esteras de esparto en ambientes rústicos… Recuerda que las antiguas persianas venecianas de lamas de madera que se recogen enrolladas aún no han encontrado parangón para proteger del sol.
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Instala ventiladores de techo
La ventilación forzada sigue siendo una estupenda alternativa al aire acondicionado, pero con la ventaja de que consume mucha menos energía. Los ventiladores de techo son ideales para dormir fresco en los dormitorios, aunque también son perfectos para poder pasar la canícula en el salón o incluso echar la siesta en el porche. La medida de las palas es fundamental para acoplar estos utensilios a habitaciones con la superficie adecuada para que realicen correctamente su función.
Además, en los últimos años se ha extendido a las casas particulares el uso de los nebulizadores de terraza y porche, que expanden agua pulverizada mediante un programador. Las finísimas gotas de agua que proyectan forman una bruma capaz de bajar la temperatura algunos grados y combatir al mismo tiempo la sequedad ambiental.
Y tú, ¿tienes algún truco de decoración de verano para combatir el calor en casa que nos quieras contar? Nos encantará escuchar de qué forma combates las altas temperaturas por estas fechas. Compártelo con nosotros en comentarios.